Friday, March 24, 2006

Introducción


La historia de la humanidad está marcada por las huellas que las distintas civilizaciones han dejado a lo largo del tiempo y esas huellas pueden ser leídas en piedras, en fibras vegetales, en cera y en pieles, hasta que el ser humano encontró un soporte liviano, manejable y que ocupa poco espacio: el papel.
Este soporte, extraído de la fibra vegetal, ha sido utilizado durante muchos siglos y lo seguirá siendo por muchos más, pues junto con la tinta es una de las mejores iniciativas del ser humano que, apilada una con otra, integra los volúmenes que conocemos con el nombre de libro, el mejor aparato tecnológico que no morirá ni perderá vigencia.
Los soportes en donde se pinta, se marca o se raya una palabra son múltiples y diversos, y ahora, virtuales. Con una máquina y un teclado, ya no rayamos, ya no marcamos ni pintamos letras, pero escribimos.
Esta actividad, la de la escritura, ha cambiado mucho como lo ha hecho el lenguaje, debido a los soportes en los que leemos los mensajes: las palabras grabadas en las lápidas o en los frontones de los edificios, las que leemos en los grafitos de las paredes, las que leemos en los carteles que se superponen en las paradas de buses o las que están en nuestros cuadernos, libros, folletos y las que leemos en la Red.
La palabra es un elemento maleable y si se adapta al soporte cumple con su efecto y el mensaje es eficaz.
Los escritores siempre han tenido que buscar las palabras adecuadas y las líneas exactas para plasmar su mensaje en determinado soporte: la piedra, la piel animal, el papel, y ahora: la pantalla.
Con la radio, los escritores tuvieron que adaptar sus historias para una audiencia que los escuchaba, con el cine y la TV, ese mismo escritor se introdujo en el mundo de la narrativa con imágenes, pero nunca abandonó a los tercos lectores que prefieren ver una letra junto a otra.
Ahora, con las nuevas tecnologías, los escritores tienen que adaptar sus historias y ser guionistas de radio, de cine, de TV y, además no olvidar escribir para lectores tradicionales.
Y es que los nuevos formatos, principalmente los cederoms y las páginas web, integran todas las formas que conocemos para comunicar un mensaje: audio, texto, video, imagen fija y en movimiento, y el escritor tiene que saber cómo manipular cada uno de estos elementos para elaborar una historia sólida y entretenida.
El ser humano que se dedica al oficio de escribir es la mejor “máquina” selectiva y combinatoria para producir sensaciones y generar pensamiento en los lectores, quienes repetirán y transformarán lo leído en nuevas formas de expresión artística y en renovadas posturas intelectuales.
Un buen escritor es aquel que sabe dosificar la información dentro de un texto, sea informativo, expositivo o de ficción; pues su fin último es ser leído-consumido, pero esa lectura-consumo no se agota en sí misma con el punto final que puso el autor, sino que al contrario, es el inicio de una mejor lectura, la personal, en la que intervienen la transformación y la apropiación.
Los nuevos medios que han surgido a lo largo del siglo pasado y los que se presentarán en la presente centuria exigen una especialización del escritor, pero este nuevo escritor nace de la matriz tradicional e inmutable de lo clásico: del cuento, de la poesía, de la dramaturgia y de la novela, escritos y leídos en libros; de lo contrario será un mero escribiente que terminará por aniquilar a la palabra y al medio en el que se desarrolla.
El nuevo escritor es un hombre o mujer que una vez cultivado en la tradición de la palabra puede saltar hacia el dominio de nuevos espacios textuales en donde deberá adaptar su mensaje a los soportes destinados a ser leídos en la pantalla de un computador, nada más alejado a la maleabilidad del papel, a la textura de la piedra y a la consistencia de la piel animal.
Aunque la tecnología avanza de manera vertiginosa y cada vez los soportes son más livianos, ninguno se equipara con el libro, el más duradero en la historia de la escritura y en la memoria de la civilización, por ello los textos impresos son los mejores enlaces que generan creatividad y pensamiento.

1 comment:

Gabriel Giubellino said...

Bienvenido, Pablo.
Seguiré visitando.
Gabriel (ex primera promoción IUP)